Conocemos la historia de un niño que soñaba con ser parte de la tripulación de los grandes barcos que veía en el horizonte desde su casa y que con los años ha conseguido participar en las competiciones de vela más prestigiosas del mundo
El protagonista de este Sports Experiences, Carlos Hernández, creció viendo las regatas de vela latina (modalidad de vela autóctona en las Islas Canarias), a través de la ventana de su residencia familiar.
Carlos se crió en Arrecife, muy cerca del emblemático Charco de San Ginés, un rincón de Lanzarote con profunda tradición marinera, situado en una bella bahía que ha sido protagonista de centenares de postales. Su infancia la pasó divirtiéndose con amigos en botes y barquillos, con la mirada siempre puesta en el horizonte donde veía navegar grandes barcos de travesías transoceánicas que despertaban su curiosidad, y le generaban inmensos deseos y anhelos en su mente infantil, de poder surcar de mayor los mares a bordo de alguna de esas grandes embarcaciones.
«Nacer frente a uno de los mejores campos de regatas del mundo, es motivo suficiente para que el mar y los barcos sean una parte esencial de tu vida».
Haber nacido en una isla que posee unas magníficas condiciones para la práctica de la vela , y navegar desde pequeño en modalidades base de la vela ligera como el 420 o Snipe, y posteriormente en vela latina y clase crucero, le ayudó, casi sin darse cuenta, a forjarse como uno de los mejores regatistas de Lanzarote.
Carlos empezó a competir muy joven, navegando en cualquier embarcación de vela en la que se le diera la oportunidad de crecer como tripulante. Fue con el IMS 500 de Puerto Calero con el que se dio a conocer a nivel internacional, navegando posteriormente en las clases GP52 y RC44 que eran bastante más profesionales. Sería a partir de este momento, cuando decidió dar el paso y dedicarse profesionalmente a la vela de alta competición, consiguiendo hacerse hueco en la élite de este deporte y participar en algunas de las regatas más prestigiosas del mundo.
La buena labor de Carlos en la Copa del Rey, y en otras competiciones de prestigio a nivel nacional, certificaron la presencia del tripulante en los mejores equipos de España, entre ellos, el equipo Mapfre con el que participó en la espectacular Volvo Ocean Race, siendo el primer lanzaroteño en lograr este hito.
En su trayectoria se pueden destacar también los récords de velocidad logrados con el Maserati Multi70, además de haber formado parte de la tripulación del espectacular Swan 125 ‘Skorpios’, o su participación y logros deportivos en importantes competiciones como la venerada y temida Fasnet Race.
Con la historia de Carlos Hernández se ratifica una vez más que Lanzarote, no es solo un magnífico enclave para navegar y entrenar habilidades para la alta competición, sino también, un lugar en el que se forjan y desarrollan grandes navegantes, reconocidos a nivel mundial y con presencia en los mejores eventos de este deporte.