Te recomendamos cuatro inmersiones localizadas en la costa noreste de la isla y en el Archipiélago Chinijo para diferentes niveles de buceo
Lanzarote es una isla que enamora, un lugar especial donde la interacción del ser humano sobre la naturaleza se ha llevado a cabo de una forma respetuosa y sostenible. Bajo el agua, descubrimos una erupción de biodiversidad que enriquece cada espacio tocado por el mar repleto de color y de vida.
La Bahía de Arrecife, el origen del nombre de la capital
Nos vamos hasta la capital de Lanzarote, Arrecife. Un lugar que antaño era muy peligroso para los navegantes debido a sus arrecifes, pero que ahora es lugar de refugio de una gran variedad de especies marinas.
Destacamos la presencia de puentes y túneles realizados por el hombre que pueden darnos una experiencia única. La bahía de Arrecife esconde además, especies que no se encuentran en otros lugares del Archipiélago, como por ejemplo, una planta marina conocida como “Zostera noltii” y varios invertebrados, por lo que este entorno resulta de extrema importancia biológica y científica.
“Recuerda ir siempre acompañado en tus inmersiones”
Para esta inmersión, podremos salir casi desde cualquier punto de la bahía que rodea la capital, pero es aconsejable hacerlo por la zona de la antigua fábrica de pescado, llamada la Rocar.
Debes tener cuidado con las piedras, ya que hay muy poca profundidad y suele existir mucha corriente en esta zona. Es una inmersión para quienes buscan descubrir sus primeras sensaciones bajo el mar.
La costa de Mala, ascensores volcánicos con magia
Nos vamos hasta el pueblo de Mala (Haría), seguimos bajando por la calle El Cangrejo hasta llegar a la costa, hay un camino de tierra bien cuidada porque se llega hasta el lugar de la inmersión sin complicaciones.
A los pocos metros de meternos en el agua nos encontraremos con el primer tubo volcánico en el que podemos introducirnos para ver sus paredes decoradas con esponjas y con la presencia de camarones narval. Tras dejar atrás el primer túnel y nadando dirección a la costa de Arrieta (Haría) nos encontramos otro túnel, de unos 30 metros de largo, en el que si tenemos suerte podremos encontrar ejemplares de alfonsitos, alguna briota o congrios que aprovechan la oscuridad del túnel para ocultarse durante el día.
“Disfruta de todo el entorno; paisaje submarino, fauna y flora”
Es una inmersión destinada a buscadores avanzados ya que las corrientes y la profundidad de los túneles deben ser bien estudiadas antes de comenzar la exploración.
Charco del Palo, un bosque submarino lleno de vida
Al norte de la costa este del municipio de Teguise, nos encontramos con un curioso paraje llamado El Charco del Palo. Este pequeño asentamiento urbano, también tiene interesantes lugares que visitar bajo sus aguas.
Se puede acceder desde varios puntos de la orilla o directamente desde una embarcación. En esta inmersión, encontraremos una combinación perfecta entre volcán y arena, dejando curiosos paisajes que despertarán nuestra atención.
“El placer del buceo se obtiene en lo que puedes sentir sin llegar a tocar”
En las formaciones volcánicas podemos encontrarnos con morenas, pulpos, anémonas gigantes, briotas e incluso camarones narval. Si nos alejamos un poco de ese paisaje y nos adentramos hasta los 40-50 metros, encontraremos enormes bosques de coral negro. En este lugar, hay que saber leer bien las corrientes y controlar las descompresiones, siendo una inmersión para buceadores avanzados.
Archipiélago Chinijo, el tesoro mejor guardado
Al norte de Lanzarote, se encuentra el Archipiélago Chinijo, formado por La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste.
Aunque no en todos los lugares de este pequeño archipiélago está permitido bucear, es muy difícil hacer una sola recomendación, ya que todos sus fondos marinos están rebosantes de vida, con paisajes únicos.
El gran veril que se encuentra en el brazo de mar que conecta Lanzarote y La Graciosa, es uno de los lugares más visitados para bucear. En este lugar, se pueden ver muchas especies que gracias a la protección de la Reserva Marina han podido sobrevivir y procrear.
Nos podemos encontrar con ejemplares como la Langosta Canaria, a la que la gran cantidad de crustáceos y moluscos que habitan la zona, le sirven de alimento.
También podemos ver peces pelágicos como medregales, bicudas o atunes que van detrás de bancos de roncadores, bogas y herreras. A este Veril de Las Langostas, solo se puede acceder por barco y la profundidad máxima que nos encontraremos será de 25 metros. Es una inmersión recomendable para la práctica de buceo de nivel medio.
Lanzarote y La Graciosa ofrecen una amplia variedad de centros de buceo orientados tanto a quienes ya tienen experiencia como a quienes quieren descubrir sus primeras sensaciones submarinas. Los profesionales de esta actividad te podrán recomendar lugares a visitar, según tu nivel o podrás ir con ellos en algunas de sus salidas al mar guiadas y disfrutar de una bonita experiencia submarina.
“Desde que nace, lleva el peso de la gravedad sobre sus hombros; pero el hombre sólo tiene que sumergirse para ser libre” – Jacques Cousteau