La isla supera las expectativas de cinco viajeros que buscaban emociones y nuevos desafíos
De repente te despiertas por el ruido que genera al tocar suelo las ruedas del tren de aterrizaje, miras por la ventanilla del avión y ves a un grupo de corredores en el paseo marítimo que están siendo adelantados por un pelotón de ciclistas, en el mar hay una chica practicando Wind Foil y varios barcos de vela están en plena regata. Una pequeña sonrisa casi inesperada y un susurro te llega del subconsciente, ¡hola Lanzarote!.
El plan es pasar una semana en la isla, no son deportistas profesionales ni practican un deporte en concreto, pero buscan en sus viajes vivir experiencias deportivas. El grupo de 5 personas ha elegido Lanzarote por su clima, pero sobre todo les ha incitado las publicaciones que han visto en RRSS en el que aparecen por diferentes localizaciones de la isla reconocidos deportistas de los que son fieles seguidores.
Se alojan en Costa Teguise, en el Occidental Lanzarote Mar. Deciden dedicar el primer día a la bicicleta. Para poder llevar a cabo su planning comienzan acudiendo a eBike Lanzarote y alquilan 5 bicicletas eléctricas con las que podrán llegar a cualquier punto de la isla sin un gran esfuerzo físico. La primera ruta le llevará hasta el pueblo de Haría, una foto en la exigente subida de Tabayesco publicada en Instagram por Alistair Brownlee en la que se le ve junto a su hermano, es el motivo.
La pequeña ayuda de la tecnología eléctrica les hace llegar hasta el acogedor pueblo de Haría sin problemas y en una de las cafeterías de la plaza reponen fuerzas para continuar con la ruta. De vuelta a Costa Teguise son adelantados por un grupo de ciclistas en plena jornada de uno de los training camps que se organizan en la isla.
El segundo día el plan es mejorar su técnica en natación y para ello reservan una calle en la piscina de 50 metros del alojamiento turístico. En una piscina climatizada y una temperatura exterior de 23ª C dan pocas ganas de ponerse las gafas de natación, pero les ayuda a meterse al ver en las calles centrales a un equipo entrenando a un ritmo muy alto, acompañados de varios entrenadores.
Uno de los chicos del viaje se atreve a ir hasta uno de los entrenadores para preguntar a qué club pertenecen. El técnico señala a unos de los gorros de sus nadadoras en la que aparece serigrafiado ‘ESP’, “somos del Equipo Nacional Absoluto de Aguas Abiertas”. Tras la sesión de entrenamiento el grupo no dejó pasar la oportunidad de hacerse una foto con los componentes del equipo nacional.
El buen tiempo les anima a dedicar el tercer día a seguir en contacto con el agua, pero esta vez en el Atlántico y subidos a una tabla de windsurf. Las impresionantes imágenes que han visto en las RRSS compartidas por los participantes de la competición europea que se celebra en Lanzarote les incita a estar en ese campo de regata.
Los 5 viajeros se acercan hasta las instalaciones de Pro Center Lanzarote para alquilar todo el material necesario y escuchan los consejos que les da Antxón Otaegui, exwindsurfista profesional y propietario del centro. Ya en el agua disfrutan de una jornada maravillosa no solo por jugar con el viento y las olas sino por lo que ven hacer a los otros deportistas, comparten espacio con windsurfistas pero también con winger que mejoran su técnica de cara a su participación, es este mismo escenario, en una prueba de la Copa del Mundo de Wind Foil el próximo mes de julio.
El día siguiente a la agotadora jornada de windsurf se toman un descanso, optan por ir hasta el Puerto Deportivo Marina Rubicón, ubicado en Playa Blanca. El día anterior les habían comentado que se estaba celebrando la IQ Foil Games Lanzarote y no quisieron perder la oportunidad de ver este espectáculo en directo de esta nueva disciplina olímpica y de paso aprovechan para visitar las Playas de Papagayo, el mejor recuperador tras la intensa actividad deportiva de los últimos días.
21 km de carrera a pie es el objetivo en la quinta jornada del viaje. Una de las chicas del grupo participó hace dos años en la Font Vella International Marathon y sabe perfectamente por dónde dirigir el grupo. La ruta les llevará por el litoral costero desde Costa Teguise hasta Puerto del Carmen en una agradable carrera con el mar como principal protagonista.
Nada más salir del hotel se cruzan en el paseo marítimo con Sara Pérez, triatleta española que está preparando la temporada, y muchos otros deportistas que generan un ambiente muy agradable durante todo el recorrido. Cuando pasan cerca del aeropuerto ven a los aviones aterrizando, una imagen que ellos vivieron desde detrás de la pequeña ventana hace unos días. El gps les marca los 21 km justo en Playa Grande, lugar que han visto miles de veces en fotos ya que es el epicentro del IRONMAN de Lanzarote.
El sexto día lo invierten en ir hasta la Playa de Famara para disfrutar de una jornada de olas arriba de una tabla. Han contratado los servicios de una escuela de surf para aprender a maniobrar y pasan el día entre espuma, revolcones y risas. Coinciden en la playa con Lucía Martiño, surfera gallega que pasa varias épocas del año en la isla, y con una gran sonrisa posa para la foto con los complacidos 5 viajeros que ya tienen otro interesante post para compartir.
En la última jornada solo hay tiempo para bajar al buffet y estar unas horas de relax en la piscina, pero esta vez en compañía de la hamaca y la sombrilla. Toca preparar la maleta y despedirse, pero no sin antes planificar el regreso, elaborando una lista de las experiencias que han quedado pendiente y que realizarán en la próxima visita. Tras sentir despegar las ruedas traseras del avión, un nuevo susurro… ¡Volveremos Lanzarote!